Sin embargo

"Cuentan que a principio de los años setenta un entrenador argentino vio, en un potrero cercano a una villa, jugar al fútbol a un chico gordito que no llegaría al metro setenta de altura; su ojo clínico le proporcionó un diagnóstico claro: ¡Si crece y adelgaza un poco será un fenómeno! Con el tiempo aquel futbolista no solo que no creció ni un solo centimetro, sino que además engordó bastante y hasta había veces que no entrenaba; pero ese chico se llamaba Diego Maradona".

César Luis Menotti

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