Dicen, quienes tuvieron el lujo de verlo jugar, que era una mezcla de Di Stéfano, Sívori. Houseman y Maradona; aunque "Alfredo no tenía tanta destreza, el Cabezón semejante técnica, René no era tan hábil y Diego era más rústico" exageran.
Nació en Rosario el 20 de abril de 1949; comenzó su carrera en 1969 en Rosario Central, en 1970 pasó a Flandria y de 1971 a 1974 defendió los colores de Central Córdoba (Rosario).
Pasó a la inmortalidad el 17 de abril de 1974 (no porque se haya muerto, sino porque nació su mito) durante un partido de la selección argentina frente a un combinado rosarino en el cual jugaba, quien le propinó una paliza futbolística al conjunto nacional.
En 1975 llegó a Independiente Rivadavia (Mendoza), en 1977 pasó a Colón (Santa Fe), en 1978 volvió a Central Córdoba y en 1979 se desempeñó en Deportivo Maipú (Mendoza); entre 1980 y 1983 de nuevo jugó para Central Córdoba, donde tras dos años de inactividad, se retiró definitivamente en 1986.
Más allá de su desapego por el entrenamiento, su personalidad retraída y su reticencia a alejarse de Rosario, la explicación sobre qué sucedió con este auténtico fenómeno, los motivos por los cuales no trascendió aún más, están en que el fútbol no era ni remota prioridad para este verdadero crack que jugaba de mediocampista central. Al mencionar que cuando en 1977 Menotti lo convocó a la selección que estaba formando para el Mundial del año siguiente, no se presentó porque tenía planeado ir de pesca, se dice todo al respecto.
Tomás "el Trinche" Carlovich, quien para muchos cada día juega mejor, es una de las más grandes leyendas urbanas rosarinas, lo que no significa que no sea cierto todo lo que se cuenta sobre él.
7 comentarios:
como siempre, completisimo el blog con datos de calidad
pasate por el blog, resumen de che-liv, me gustaria saber tu opinion.
siempre info nueva, me gustaria verte seguido por alli
un saludo
Que gran blog tienes tio. Noticias muy cuiriosas las que ofreces. http://cescfabregas57.blogspot.com
Interesante historia la de Carlovich. No la conocía, pero es admirable cuanto menos. Es cierto que no llegó a ser nadie cuando presumiblemente podría haberlo sido todo, pero era un hombre ed vida sencilla y convicciones claras. Desde ese punto de vista para mí es admirable que renunciara a la selección argentina porque había quedado para pescar. Para él, era más importante tener amigos que tener la gloria. Porque, la gloria, no es simplemente tocar la Jules Rimet. Es también la felicidad de cada día, el pan nuestro a diario.
Un abrazo, Leo.
Desde luego un muy buen blog, se nota que eres una persona muy constante porque para llevar desde el 2003 tela.
Felicidades, sigue asi.
Cuando Diego llegó a Rosario en 1993 y le dijeron si el mas grande había llegado a la ciudá del Che, dijo, lo pensaba, pero me hablaron de un tal Carlovich;
YO vivía a dos cuadras de la cancha de central córdoba, jugaba en la última división del club, tenía 6 años, y mi padre me llevó dos o tres veces a ver al Trinche, y un par de veces a ver a Maradona, con la selección juvenil, creo, y un central-boca, ambos, cancha de central. Después me preguntan por qué no me interesa más el fútbol... si ya lo vi todo hace casi 30 años...
Carlovich, efectivamente, era mejor.
Por lo que sé, era un formidable jugador. El trinche, igual a travéz de los años, se exageran un poco este tipo de mitos o historias. Pero que fue un exquisito jugador de fútbol, seguramente fue así.
Publicar un comentario