"El primer instante de lucidez en que caí en la cuenta de que estaba convertido en un hincha intempestivo, fue cuando advertí que durante toda mi vida había tenido algo de que muchas veces me había ufanado y que ayer [en el estadio] me estorbaba de una manera inaceptable: el sentido del ridículo". [...] "Una de las condiciones esenciales del hincha es la pérdida absoluta y aceptada del él".
Gabriel García Márquez