Que los jugadores o hinchas de Boca Junios (o River Plate), como sucedió en el equipo xeneize tras perder la final de la Copa Intercontinental 2001 frente a Bayern Munich, se quejen (justificadamente o no) del arbitraje por no poder ganar, es como que los de la selección de Bolivia lo hagan echándole la culpa a la altura de La Paz o los de equipos rusos al frio.