En una conversación entre amigos Daniel Passarella comentaba sobre un viejo jugador que pegaba patadas sin asco, cuando para provocarlo, Jorge Valdano le consultó chistosamente:
-¿Por qué no hablás de vos, que elegías hasta el hueso que ibas a romper?
A lo que Passarella le respondió serio:
-No te equivoqués: yo pegaba por placer, no como esos mediocres que pegan por necesidad.