Alejandro Dolina recuerda que cuando en Témperley atajaba Héctor Cassé, arquero sordomudo, en una ocasión que enfrentaron a San Lorenzo, la hinchada rival le comenzó a hacer gestos como si le estuvieran gritando, pero en realidad hicieron mímica, no gritaron. Fue una cosa cruel -comenta Dolina-, pero de un humor que hasta al propio Cassé le hizo gracia (en realidad sólo tenía el 40% de la capacidad para escuchar de su oído derecho), incluisive sonrió e hizo un saludo a la tribuna.
Este contenido fue sugerido por Esteban Tomeo
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