Luis Arconada, arquero de Real Sociedad de San Sebastián y de la selección española a principio de los 80, comentó en un reportaje una de las manías que poseía. Cuando jugaban de visitante, al entrar al vestuario recordaba como les había ido en ese campo el año anterior; si habían ganado: se cambiaba en el mismo lugar, si habían perdido: buscaba otro sitio; no se recuerda que declaró sobre lo que hacía cuando habían empatado (o si se había olvidado del resultado), pero se puede suponer que en ese caso se dejaría llevar por sus vibraciones, como se dice ahora, para elegirlo.
Contenido enviado por Luis R. Míguez
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