"Los goleadores son respetados por su sentido del tiempo y el espacio. Su función es completar con pericia lo que otros han construido. Pero no se les otorga licencia para pensar. Eso se lo dejan a otros, a los 10, reyes del pase y de la pausa. La reflexión del 9 sólo puede resultar un asunto breve, relacionado con la decisión final de ubicar la pelota en aquel palo o reventarla a como cuadre. Como si fuera un asesino a sueldo, se cree que los goleadores no piensan: sólo ejecutan con frialdad. Una mínima demora (o acaso un apuro adolescente) puede resultar fatal".
Alejandro Wall
[Periodista argentino]
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