El 28 de abril de 1923 el máximo templo futbolístico abrió sus puertas. Diseñado en principio para 125.000 espectadores, ese día en Wembley, cuando Bolton Wanderers y West Ham disputaron la final de la FA Cup, accedieron por lo menos 150.000 y otros 20.000 quedaron afuera.
A este partido se lo conoce como la final del caballo blanco, dado que el saque inicial se tuvo que retrasar 45 minutos a partir que se debió vaciar el campo de juego, el cual estaba repleto de personas; un policía montado en un caballo blanco (quien no tardó en cobrar notoriedad entre la multitud) fue el encargado de desalojar a quienes lo ocupaban y acomodarlos detrás de las líneas demarcatorias para que el partido pudiera jugarse
Entre quienes se aprecian en primer plano en la foto se encuentran el rey Jorge V y sus hijos: los príncipes Eduardo (luego Eduardo VIII) y Alberto (luego Jorge VI, sobre quien se trata la película "El discurso del Rey").
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