El domingo 12 de junio de 1938 se desató un verdadero enfrentamiento con características pugilísticas que protagonizaron Brasil y Checoslovaquia en el marco de un encuentro por los cuartos de final del Mundial. Fue decididamente una confrontación épica y violenta donde se distribuyeron por doquier toda clase de golpes y patadas. Lo más representativo del encuentro fue que el arquero Planicka (quien producto de un tremendo choque jugó casi todo el partido con un brazo fracturado) y el goleador Nejedly terminaron en el hospital con lesiones de consideración (este último con un pie fracturado, Planicka al llegar al hospital le detectan que tenía la clavícula rota); Leónidas y Peracio se tuvieron que retirar del campo con lesiones de menor gravedad; dos brasileños (Zezé, quien ni bien identifico entre otros tantos rubios al goleador Nejedly le pegó un tremendo golpe, y Machado) y un checoslovaco (Riha, estos dos últimos, mucho más directos que sus compañeros, simplemente se agarraron a trompadas) fueron expulsados; y las acciones violentas se sucedieron a los largo de los 120 minutos que duró el match.
De los 22 jugadores que ingresaron al campo sólo 15 terminaron en condiciones. ¿El resultado en el tanteo? 1-1.
1 comentario:
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