Durante una transmisión radial, al estar demorándose el reinicio del partido tras el entretiempo, José María Muñoz se percata de los motivos y, tratado de conseguir mayor información por parte de su compañero Dante Zavatarelli, quien se desempeñaba en el campo de juego, comienza a comentar: "¡Qué vergüenza!... hay un intruso en el centro del terreno que impide el normal desempeño del encuentro... ¡Pero que barbaridad!... ahora todos tenemos que esperar que este individuo... decida retirarse... para poder seguir disfrutando del juego... ¿sabe por casualidad quién es ese entrometido?".
A lo que le responde: "Soy yo Muñoz, Zavatarelli".
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