Dado que Chile y Argelia (los otros dos integrantes) habían jugado el día anterior, al enfrentarse por la última fecha del grupo 2 del Mundial España 82, Alemania y Austria sabían que si el equipo germano vencía por uno o dos goles clasificarían ambos a la segunda ronda. Al comenzar a ofrecer una farsa en el campo de juego como era de esperar, los espectadores presentes en las tribunas del estadio El Molinón de Gijón se alzaron al grito de: "¡Qué se besen!... ¡Qué se besen!..."